viernes, 3 de octubre de 2008

Una tumba en el Sur de Islandia (1)


Se me hace corto el trayecto en autobús de Reykjavik a Selfoss. Me hipnotiza este paisaje fantasmal, sin árboles, sin vida, de brutales brillos volcánicos. La primera nieve del otoño reclama lo que es suyo. Me recuerda la tenacidad de esta gente islandesa, que ha permanecido en esta roca en medio de la nada desde hace mil años.
Selfoss es el centro de la pequeña zona agrícola al sur de la isla. Los gigantes a los que pregunto se esfuerzan por ayudarme. Me señalan un camino de nombre impronunciable hacia el noreste.
Camino durante un buen rato. El viento del Atlántico es cada vez mas fuerte y mas frio y mi sombra se alarga sobre el hielo. Me preocupa que la noche me atrape aquí; pero sigo andando a buen paso sobre el arcén blanco.
Solo me reconforta que estas soledades infinitas y este frío me recuerdan la tierra donde nací. A lo lejos veo unas granjas y la silueta simple de una iglesia protestante. Mi corazón y mis pasos se aceleran.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Apasionante... tras leer todos tus comentarios de tu viaje a Islandia no has conseguido sino aumentar mis deseos por comprobar las diferencias entre Oulu e Iceland ;-)
A la vista de tu pasión por la tumba de tu ídolo, me viene a la memoria momentos similares ante la tumba de Olof Palme en Stöckholm.