Valencia, cuna del ajedrez moderno. Sesión 4.

Ayer pude disfrutar toda la tarde del ajedrez concentrado que hemos tenido en Valencia. Nos podemos considerar afortunados.
Abrió la sesion del simposio Jose Maria Fraguela, que dejó algunas opiniones personales, quizá demasiado personales, sobre aspectos deportivos. Luego hubo un debate abierto en el que participaron alguno de los invitados de estos días. De nuevo, me parecieron interesantisimas las cosas que contó el suizo Schädler (en inglés) acerca de la naturaleza especial del ajedrez frente a los otros juegos de mesa tradicionales. El aroma histórico lo puso Lothar Schmidt, que contó algunas de sus sensaciones durante el encuentro Spassky-Fischer."The worst night of my life", dijo de la noche posterior a la incomparecencia del genio de Brooklyn. Garzón anunció que se instituirá un premio para el que encuentre el libro perdido de Vicent, el Santo Grial del ajedrez moderno. Habrá que ponerse a buscar.

Luego, el plato fuerte de la velada. Mucho ambiente, ajedrecistas, prensa y las autoridades, que para eso pagan el cache y los piscolabis.

Las 8 partidas blitz, divididas en 2 tandas de 4. En la primera tanda, lo esperado: el ogro perdió la primera por arriesgarse, pero dominó fácil en la otras, total, 2,5 a 1,5. Las mismas aperturas y la misma película. El ogro siempre iguala o saca ventajilla en la apertura, Karpov elude los líos tácticos y se ve condenado a jugar posiciones inferiores y al final, pierde por tiempo. Las partidas reflejan bien la diferencia de elo y de preparación. En la segunda partida de la segunda tanda, un sacrificio kasparoviano de esos que te hace replantearte qué lineas igualan o cuáles pierden. A esa bestia no se le aplican esos conceptos. El rey de Karpov a pasear, que para eso ha venido de víctima a esta fiesta ritual del ajedrez. Marcador en las partidas blitz: 6 a 2. Marcador global: 9 a 3.

Desde luego, este es el juego de la dama, de la rabiosa y eso se le da bien a Kasparov. En la segunda fila de butacas, su madre, impasible, acompañada de una hermosa morena, que dicen manipula las energías para que el de Bakú siga siendo el sumo sacerdote de esta extraña y sobrecogedora fiesta universal.