La primera ronda del XXXII Open Internacional de Barberà del Vallés no ha resultado demasido positiva para nuestra expedición: perdieron Dani, Miguel Ángel y Cristóbal, Mauricio hizo tablas y sólo Rufino ganó. Y es que el torneo es muy duro. Calculo que hay unos 25 titulados.
Por lo demás, el ambiente agradable y las sensaciones buenas. Esta es nuestra segunda casa ajedrecística.
Hay un aspecto de la organización que me gusta mucho: las partidas se proyectan en tiempo real en la parte exterior de la sala. Permite a los numerosos aficionados disfrutarlas sin molestar. Es una de las cosas que aporta la Federacion Catalana a sus Open: los tableros táctiles y la proyección. ¡Qué sana envidia!
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